Hans-Georg Häusel distingue tres gran sistemas emocionales que impulsan el comportamiento como fuerza motivadora:
- Un sistema de equilibro (de balance y armonia)
- Un sistema de estimulación
- Un sistema de dominancia
El sistema de equilibrio es el sistema motivacional más importante. Representa la seguridad, el equilibrio, la paz y la armonía e intenta evitar peligros e incertidumbres. A menudo las personas se resisten a los cambios y desean apegarse a lo habitual. Este comportamiento inconsciente está influido por la instrucción límbica y más antigua, la instrucción de equilibrio. Las instrucciones de esta instrucción son: ¡Evita todos los peligros! ¡Evite cualquier cambio, construya hábitos y guárdelos! ¡Evita cualquier disturbio e incertidumbre! ¡Esfuércese por la estabilidad interna y externa! ¡Optimiza tu balance energético y no desperdicies energía inútil! ¡Únete a un grupo protector!
El sistema estimulante es el poder de la creatividad y la innovación, a lo que se puede atribuir las cualidades de riesgo, creatividad, variedad y curiosidad. Las personas son impulsados por una fuerza determinante todos los días, pretendiendo buscar nuevos estímulos. La instrucción de estimulantes también es un componente importante y central de la existencia humana. Con este motivo hay comandos: ¡Buscar nuevos estímulos desconocidos! ¡Busca el cambio! ¡Evita el aburrimiento!
El sistema de dominancia está relacionado con el deseo de una persona de ejercer poder, aumentar su reputación en el entorno social y sentirse superior y autónomo. Cuyas cualidades descriptivas son el poder, el combate y la asertividad. Comandos correspondientes son: ¡Hazte cumplir! Resiste a la competencia! ¡Incrementa tu poder! ¡Reprime a tus competidores! ¡Expande tu territorio! ¡Obtén tu autonomía! ¡Manténgase activo!