Acercamiento sistemático a los problemas complejos desde la perspectiva del usuario
Design Thinking es un acercamiento sistemático a los problemas complejos de todas los ámbitos de la vida. A diferencia de muchos enfoques de la ciencia y práctica, que abordan la tarea de la solubilidad técnica, aquí los deseos y necesidades de los usuarios, así como las ideas orientadas en el usuario están en el centro del proceso. El pensamiento orientado en diseño observa el problema desde la perspectiva del usuario y por tanto, se adentran en el rol del propio usuario.
Soluciones prácticas y valiosas
El pensamiento orientado en diseño genera resultados prácticos. Innovaciones y valiosas soluciones de problemas combinan tres componentes esenciales:
Viabilidad (tecnológica),
Sostenibilidad (económica)
Deseabilidad (humana).
Diseñar soluciones en un proceso iterativo
El proceso del Design Thinking se basa en el proceso de trabajo al que el diseñador sigue intuitivamente. Dirige equipos en ciclos iterativos a través de seis fases diferentes:
- Comprender:
El equipo intenta de entender el área del problema. - Observar:
El equipo mira hacia fuera y construye empatía para los usuarios. - Definir el punto de vista:
El equipo se reúne y condensa los conocimientos adquiridos. - Encontrar ideas:
El equipo desarrolla una variedad de soluciones en las que enfocar. - Desarrollo de prototipos:
El equipo desarrolla soluciones específicas. - Testar:
Las soluciones más prometedoras serán pueden probados en los grupos objetivo adecuados.
Design Thinking requiere una retroalimentación constante entre el desarrollador de una solución y su grupo objetivo. Los pensadores de diseño entrevistan el usuario final, echan un vistazo a sus procesos y comportamientos. Las soluciones e ideas se visualizan y comunican lo antes posible en forma de prototipos, para que los usuarios potenciales pueden probarlos y hacer una retroalimentación mucho antes de terminar un desarrollo o lanzarlo en el mercado.