Una Comunicación No Violenta (CNV) son unos principios de comportamiento según Marshall B. Rosenberg que permiten a los seres humanos un flujo comunicativo que conduciría a una mayor confianza y alegría en la vida. Lo contrario sería una comunicación alineada que bloquea las conexiones entre las personas, causa conflictos y puede contribuir a la violencia psicológica o física.
Los principios de la comunicación no violenta son cuatro pasos que se componen de un paso de observación, un paso de sentimiento, un paso de deseo y un paso de pedido. Rosenberg resume los cuatro pasos del CNV en la siguiente frase:
«Cuando veo A (observación),
entonces me siento B (sentimiento),
porque necesito C (necesidad),
por lo tanto, me gustaría D (pedido).»
Este patrón de formulación es una ayuda para que el emisor no caiga en la comunicación desnaturalizada y para una escucha activa capaz de filtrar esas cuatro informaciones que son el núcleo de cada mensaje. A su vez es un formato de prestar atención. Para comunicar fluidamente de forma no violenta necesitamos mucha práctica y la intención de practicarla.
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