Cada proceso de innovación es un proceso de aprendizaje. Un aprendizaje que produce ideas que son introducidos como innovaciones. Autoresponderse a las siguientes preguntas es una primera aproximación a una cultura innovadora:
¿Cómo podemos crear en nuestro día a día (ocupación, negocio,…) el espacio necesario para la reflexión sobre la situación actual y el acercamiento crítico a nuevas ideas?
¿Con qué frecuencia y en qué forma (reuniones, talleres, laboratorios …) queremos ocuparnos y dedicarnos explícitamente a la cuestión de las ideas y la innovación de nuestra organización?
¿Cómo nos aseguramos a través de clasificaciones apropiadas (como «rechazar”, «poner en práctica ahora / más tarde», “seguir investigar» etc.) que las ideas puedan ser objetivizadas y que no se pierdan a largo plazo ?
¿Qué métodos usamos para ser creativos entre todos y para reunir ideas?
¿Cómo comunicamos de manera no violenta entre nosotros?
¿Cómo formulamos ideas para que sean escuchadas?
¿Cómo podemos diseñar un proceso para trabajar las ideas?